El PassivHaus, o casa pasiva, es un estándar de construcción y de eficiencia energética, cuyo objetivo principal es el ahorro en el consumo de energía proporcionando a la vez unas condiciones de confort interior e higiene muy altas, a un precio asequible.

El término PassivHaus, hace referencia tanto al concepto como a las casas o edificios construidos con dicho estándar y tiene su origen en Alemania, a finales de los años ochenta. El proyecto piloto, auspiciado por el Instituto Público de Vivienda y Medio Ambiente del país germano, fue un bloque de viviendas que se levantó en la localidad de Dramstat, situada en el centro del país. A lo largo de la década de los noventa, su construcción comenzó a popularizarse, especialmente para hogares unifamiliares, pero también en bloque en altura, por las regiones del centro y el norte de Europa, hasta que en 2003 llegó a los Estados Unidos.

Uno de los requisitos para obtener la certificación Passivhaus es que el consumo de calefacción o refrigeración sea menor a 15 kWh/m2 útiles al año. O expresado de otra forma, la potencia requerida para la calefacción o refrigeración debe ser inferior a 10 W/m2 útiles.

Según Anne Vogt, arquitecta y vocal de la Plataforma de Edificación Passivhaus: «Los edificios construidos utilizando este patrón son tan eficientes que no necesitan de un sistema de calefacción o refrigeración tradicional».

Pero, ¿cómo conseguir que una casa se mantenga a 20 grados durante todo el año sin necesidad de calefacción o aire acondicionado y con un bajo consumo de energía? Al ejecutar una vivienda con la metodología PassivHaus se deben cumplir unos principios básicos que lo hacen posible:

  • Un buen aislamiento térmico, con espesores que doblan o incluso triplican los usados en las construcciones tradicionales.Este aislamiento envuelve toda la casa, recorriendo todo el interior de las paredes, el tejado y el suelo. Hay que conseguir que la vivienda sea totalmente hermética. Dependiendo del clima se elegirá el espesor del aislamiento térmico más adecuado.
  • Control de las infiltraciones de aire indeseado desde el exterior
  • Instalación de puertas y ventanas de altas prestaciones, ya que las carpinterías siempre son las zonas más débiles de la envolvente de un edificio y el objetivo es mejorar los coeficientes de transmisión térmica.
  • Sistema de ventilación mecánica con control de calor. El recuperador es la pieza clave: recoge el calor que transporta el aire interior y lo trasfiere al aire fresco que se recoge del exterior, atemperado, previamente filtrado y en perfectas condiciones higiénicas. Elaire fresco entra en la vivienda por un único tubo exterior que se hace pasar antes bajo tierra para variar su temperatura (bajo el suelo, el aire se enfría en verano y se calienta en invierno). Al mismo tiempo, el aire más caliente y viciado del interior se saca hacia fuera por otra conducción. Ambas tuberías, la de entrada y la de salida, pasan a mitad de camino por un recuperador de calor en el que se aprovecha los grados de más del aire que va a ser expulsado fuera para calentar el que entra nuevo en cada habitación. El intercambio de calor se desconecta en verano.
  • Poseer un alto grado de estanqueidad con la eliminación de los puentes térmicos y minimizar así las pérdidas de energía. Hay que evitar las filtraciones de aire. La suma de todas las rendijas, grietas y filtraciones en la envolvente de la edificación ha de ser mínima y se consigue cuidando al máximo las juntas durante la construcción.
  • Optimización de las ganancias solares y del calor interior, generadas por las personas, los electrodomésticos y la iluminación. Al igual que la protección en verano frente al exceso de radiación solar.
  • Modelización energética de ganancias y pérdidas, que se realiza mediante un software específico: el PHPP (PassivHaus Planning Package) que se emplea para ajustar los cálculos térmicos a las características del estándar PassivHaus.

Y, ¿cuánto cuesta la diferencia? El uso de equipamientos y materiales necesarios para construir una Passivhaus hace que, atendiendo simplemente a las cantidades invertidas para su construcción, tenga un coste ligeramente superior al de una vivienda al uso que se puede estimar entre el 5% y el 10%. Y es una inversión rentable a medio plazo ya que el ahorro en la factura energética puede llegar hasta un 70%.

El concepto Passivhaus es aplicable a cualquier clima, frío o cálido. La metodología es siempre la misma, con pequeñas variaciones en los distintos elementos constructivos de los edificios en función de las condiciones climáticas de la zona. En climas con veranos calurosos se tienen también en cuenta medidas para la refrigeración pasiva, así como la protección solar en las ventanas.

Existe la creencia de que el estándar Passivhaus se desarrolló únicamente para edificios de nueva creación. Es cierto que para edificios ya existentes es más complicado alcanzar los elevados requisitos del estándar. Por eso, el PassivHaus Institute ha creado una nueva certificación llamada EnerPHit que se adapta para estos casos.